Cristóbal Serra
escritor (Palma, 1922)
Serra es uno de los escritores más extraños y fascinantes del panorama de la literatura en castellano. Entre las obras más destacadas de este sabio se cuentan títulos tan enigmáticos como Péndulo (1957), Viaje a Cotiledonia (1965), Diario de signos (1980), Augurio Hipocampo (1994), Retorno a Cotiledonia (1989) y El asno inverosímil (2002).
El palmesano ha sido reconocido como un escritor de culto por grandes figuras como el Nobel de Literatura Octavio Paz –que lo llamó «el ermitaño de Palma de Mallorca»–, ha sido investido doctor honoris causa por la Universitat de les Illes Balears y ha ganado premios como el Ramon Llull. A pesar de ello, Serra –que afirma que el éxito nunca le ha interesado– permanece todavía como un escritor bastante desconocido para mucha gente.
Descontento con la civilización actual –demasiado racionalista para su gusto–, lo cuestiona todo sin complejos y con un gran sentido del humor. Al escritor mallorquín siempre le han fascinado los temas secretos y ocultos: parte de su trabajo ha estado destinado a estudiar la Biblia, la filosofía taoísta, los visionarios y las manifestaciones extrasensoriales.
Serra ha combinado su labor de escritor con la de traductor, profesor de idiomas y literatura y creador de la ciencia asnológica. Y es que el estudio del asno, su animal preferido, le ha llevado incluso a fundar la Hermandad del Asno Bermejo, en la cual solo admite a los que se tomen tan seriamente como él la reverencia por este simpático animal.